Vinyasa Yoga es dinámico y enérgico, cada respiración corresponde a un movimiento. Esto hace que la práctica de Vinyasa sea una serie de posturas que crean una forma de danza, un “flujo”.

Al ser la secuencia de posturas más rápida, se recomienda haber practicado ya yoga y haber experimentado las posturas básicas (por ejemplo con clases de Hatha Yoga).

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Generalmente, la clase comienza en el suelo para calentar los músculos e introducir el tema de la práctica. Este es también el momento de despertar la respiración para permitir la sincronización de la misma con los movimientos y la oxigenación de los músculos a lo largo de la secuencia. Una serie de saludos al sol (Surya Namaskar A) completa el calentamiento y luego la secuencia se intensifica hasta llegar a un punto máximo. La última parte de la práctica le permite reducir la velocidad poco a poco para llevar al estiramiento en el suelo y luego a una relajación final en la postura de Savasana (tumbado boca arriba) durante varios minutos.

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El flow o Yoga Vinyasa permite trabajar la musculatura y el sistema cardiovascular. También mejora la capacidad pulmonar. Es muy completo y esculpe el cuerpo mientras calma la mente.